
1
nado en la pileta cubierta
nado por los siglos de los siglos y llego
desde la calle uno donde tú no estás
a una catedral inundada
hay un cristo embalsamado y yacente
las llorantes o plañideras inundan de agua las demás calles
me detengo para mirar las vidrieras
las mujeres dejan de llorar y se hace una
especie de silencio seco.
tengo que andar nos falta el agua
y pienso que andar y nadar son palabras parecidas
2
Me encuentro solo.
El último amor se fue con la prosa,
Con el verbo y el alcanfor.
¡HACES POEMAS CONGELADOS!
me gritó.
Era por la noche de las carreteras.
Era también, la última noche de diciembre
-oscuridad de bombillas y tintineos-.
Me dejó un pañuelo de seda
Y unas llaves que tirar.
NO PUEDO CON LOS POETAS FRÍOS,
Susurró.
Desde entonces no apago la calefacción.
Por si vuelve.
Siempre escribo de palmeras
Y batidas de coco, de asuntos cálidos;
Y me llamo Brian, como antes.
A veces, en rebeldía, declamo:
TÉMPANO DE HIELO, TARDE FRÍA.
3
no era el aire circundante
mirabas el horizonte por la ventanilla
mientras decías con los ojos
a mí solo me gusta escribir historias
y pintar, también me gusta pintar
y yo miraba el horizonte
por si confluían nuestros ojos
confluían, digo
y claro eso es imposible
si dos personas miran en una misma dirección
no pueden mirarse nunca
es un principio sólido
y demostrado, pero a veces
a veces nada, si nos miramos nos miramos
y si no nos miramos no nos vamos a ver nunca
te lo digo bien en serio
Leave a Reply